sábado, 7 de junio de 2014

Madres y abuelas

Hoy desde temprano estuve trabajando en las tareas de JM para el día. Yo tenia una carga llena de trabajo así que me organice lo mejor que pude.

Haciendo el recuento nocturno del día, viendo que logré y que se me quedó en la bandeja caí en cuenta de lo mucho que ha avanzado JM en estas tres semanas formales de HS pero también de lo mucho que ha aprendido a lado de su abuela (mi madre).

La relación entre mi madre y yo no es muy buena, siempre ha sido distante y con los años mas. Y como comentaba con una amiga hoy, tiene sus asegunes, como todos, pero su mismo sentido de perfección hace que sea excelente en muchas cosas. Mi madre ha logrado que JM se acerque a las letras y decifre los secretos que esconden. Hace cosa de una semana ha comenzado a leer cuanto conjunto de letras se le atraviesa intentando menejar este nuevo mundo por si mismo. El mismo niño que en marzo salió del colegio sintiendo derrotado, incapaz y estúpido ahora se siente fortalecido, capaz y descubridor de una nueva dimensión. Ansioso por probar las nuevas habilidades y de comprobar que es tan o mas inteligente que el que más.

Todo esto lo ha logrado de la mano de su abuela, que ha sido paciente, sabia y astuta para revertir en parte el daño que sus maestras de preescolar habían hecho.

Aun cuando yo no tenga una buena relación con mi madre, agradezco infinitamente que mis hijos tengan esta abuela que logra lo que los demás no podemos.

Sirva este texto de agradecimiento a mi madre y de reconocimiento a su (aveces insufrible) perfeccionismo.

Gracias mamá por ayudarme a ser mamá.

Ana